Los 5 grandes olvidados de los mantenimientos
A pesar de que siempre hay algún que otro despistado, prácticamente todo el mundo es consciente de que hay que cambiar el aceite del motor de la moto, con más o menos asiduidad en función del modelo y de los intervalos recomendados por el fabricante.
También sabemos que debemos cambiar los neumáticos (te lo contamos en este artículo) y las pastillas de freno cuando se les ha terminado el compuesto (te lo explicamos aquí).
Pero estos no son los únicos elementos que requieren de mantenimiento, y a diario nos encontramos los que son los grandes olvidados de los mantenimientos, componentes fundamentales para nuestra seguridad en la moto que muchas veces descuidamos.
- Suspensión y amortiguador trasero. Las barras de la horquilla, así como el amortiguador trasero, en la mayoría de los casos contienen aceite. Este aceite, con el paso del tiempo y los cambios de temperatura pierde sus propiedades. Los retenes, encargados de mantener este aceite dentro de las barras, también se degradan con el paso del tiempo, pudiendo llegar a provocar pérdidas de aceite en las barras que, en el peor de los casos, puede llegar a los discos de freno con el consiguiente riesgo que esto representa.
- El líquido que se encarga de que el motor se mantenga en una temperatura de trabajo óptima también es uno de los grandes olvidados. Como todos los líquidos, con el paso del tiempo y los cambios de temperatura pierde sus propiedades y deja de cumplir con su función de forma eficaz. En casos más extremos, además, puede llegar a ensuciar el circuito de refrigeración, provocando obstrucciones en el mismo que pueden ser fatales para nuestra moto.
- Otro componente fundamental encargado de garantizar la vida útil de tu moto. El radiador es el elemento por donde circula el refrigerante y que, con el paso del aire, provoca que la temperatura de este líquido disminuya. Este elemento, con el transcurrir de los kilómetros, se va obstruyendo con el polvo y los insectos, dejando de cumplir con su función. Por este motivo es importante que, de vez en cuando, se desmonte y limpie en profundidad, para mantener la temperatura del motor dentro de unos valores óptimos.
- Filtro de aire. El elemento encargado de garantizar que el aire que entra al motor para la combustión se encuentra libre de impurezas que puedan provocar averías. A pesar de que su estado dependerá mucho de la zona por la que nos movamos, es importante revisarlo en los intervalos correspondientes y cambiarlo siempre que sea necesario.
- Mecanismo de accionamiento del sistema de embrague. Probablemente uno de los componentes en los que menos piensa la gente (especialmente ahora que muchas motos equipan sistemas de cambio rápido o “quickshifter”). Este mecanismo puede ser por cable (o sirga, “tradicional”) o hidráulico. En caso de ser de los primeros, debemos tener presente que, si no queremos que el cable se rompa, debemos tener cuidado con que no se encuentre excesivamente tensado y lubricarlo de vez en cuando. Por otro lado, si el sistema es de tipo hidráulico, debemos sustituir el líquido igual que hacemos con el líquido de frenos.
Como siempre, si tenéis alguna duda podéis pasar a vernos y os asesoraremos sin compromiso.